Entre Arzúa y Santiago, manda el bosque

Ni punto de comparación con el año santo 2010: el tramo de Arzúa a Santiago ha mejorado de una manera clara, rotunda e innegable.

Ese decenio todavía escaso ha dado más frondosidad a unos bosques que no han sido castigados por los incendios. Pero -y esto es lo más importante- han sido rehabilitadas docenas de edificios tradicionales, de esos donde la humilde mampostería gana al noble sillar. 

Fuente y más información: La Voz de Galicia